El glaucoma es diagnosticado al realizar los siguientes cuatro exámenes esenciales:
- Medición de la presión intraocular con un tonómetro – ¿Cómo se realiza la tonometría?
- Gonioscopía para visualizar el ángulo de drenaje (malla trabecular) y ver si se encuentra abierto o cerrado – ¿Cómo se realiza la gonioscopía?
- Examen de la estructura del nervio óptico – ¿Cómo se examina el nervio óptico?
- Evaluación de la función del nervio óptico (campo visual/perimetría) – ¿Cómo se examina el campo visual?
Adicionalmente a estos exámenes básicos, se pueden realizar exámenes complementarios que incluyen:
- Paquimetría (espesor corneal): ayuda a interpretar las mediciones de la presión intraocular.
- Exámenes de campo visual específicos (de doble frecuencia/perimetría de onda corta): para evaluar diferentes aspectos de la función visual.
- Imágenes del nervio óptico y de la capa de fibras nerviosas con máquinas tales como HRT, GDx u OCT: para evaluar y cuantificar la presencia de daño glaucomatoso estructural.
- Evaluación adicional del ángulo con biomicroscopía ultrasónica (UBM)/tomografía de coherencia óptica del segmento anterior (ASOCT). Nótese que estos exámenes son requeridos sólo en unos pocos casos, ya que usualmente la gonioscopía es suficiente para evaluar el ángulo.