Los pacientes con glaucoma que tienen defectos en el campo visual tienen riesgo aumentado de sufrir accidentes automovilísticos. Aunque la visión central se encuentra comúnmente respetada hasta las etapas tardías de la enfermedad, el glaucoma puede afectar la visión periférica en etapas tempranas o moderadas. Los pacientes con glaucoma habitualmente se quejan de encandilamiento, mala visión nocturna y sensibilidad al contraste disminuida. También, la visión puede ocasionalmente volverse muy deficiente al pasar de la luz a la oscuridad (por ejemplo, cuando se entra en un túnel).
Se recomienda a los pacientes con glaucoma con pérdida del campo visual moderada-avanzada que eviten o abandonen la conducción de vehículos, particularmente en situaciones más difíciles como ser durante la noche o bajo condiciones de niebla. El transporte público debería ser usado tan frecuentemente como sea posible. Usted debe consultar a su doctor para discutir este tema y conocer las regulaciones de su autoridad local respecto a la conducción.