Cuando un ojo sufre una lesión puede haber un aumento agudo en la PIO debido al daño a las estructuras del ángulo, hipema (sangre en la cámara anterior), inflamación y otros mecanismos. Cuanto más severo el trauma, más grandes son las chances de desarrollar glaucoma y otras complicaciones oculares. Pero el aumento de la PIO también puede ocurrir más adelante en la vida debido al daño del trabeculado. Esta forma de glaucoma puede ocurrir aún luego de 10 a 20 años del traumatismo. Éstos también se consideran casos de glaucoma secundario.
Se recomienda que cualquier persona que haya padecido una lesión ocular, sea evaluada para glaucoma, y mantenga seguimiento regular con un oftalmólogo.