Hay una forma de cierre angular que es sumamente agresiva y muestra síntomas intensos. En esta condición hay un aumento súbito de la presión, lo que lleva a dolor ocular severo (y alrededor del ojo), enrojecimiento y disminución en la visión. Esto es conocido como ataque agudo de cierre angular y representa una emergencia médica, la cual, si no es tratada a tiempo, puede causar daño del nervio óptico y pérdida de la visión.
Los síntomas del ataque agudo normalmente ocurren en un ojo, pero pueden estar presentes en ambos ojos al mismo tiempo. La duración de los síntomas es relativamente larga (horas), cuando dolor y disminución de la visión están usualmente asociados. La pupila habitualmente esta semi-dilatada, y el reflejo pupilar no responde a la luz.
Episodios aislados de dolor ocular o visión borrosa (minutos) que resuelven espontáneamente probablemente no sean un ataque de cierre angular agudo.
El tratamiento típicamente puede incluir medicamentos sistémicos y tópicos para disminuir la PIO, seguido de tratamiento laser con el objetivo de abrir el ángulo. En algunos casos, también se podrán usar procedimientos quirúrgicos para tratar esta condición. – Iridotomía periférica con laser