El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico del ojo, el cual es básicamente la estructura que retransmite lo que el ojo ve hacia el cerebro. El mayor factor de riesgo está representado por la presión intraocular (PIO), la que, cuando está lo suficientemente elevada, daña al nervio óptico. Si se deja sin tratamiento, el daño continuo a esta estructura puede llevar a defectos del campo visual, dificultad visual (percibido como visión nublada/brumosa), y ceguera.
El ojo contiene un fluido conocido como humor acuoso, el que provee los nutrientes necesarios para sus estructuras internas. Este fluido es producido por detrás del iris (la parte de color del ojo) y luego es drenado hacia afuera a través de una estructura similar a un tamiz que se llama malla trabecular o trabeculado, en la parte frontal del ojo. En algunos ojos, existen anormalidades en este sistema de drenaje, lo que lleva a dificultades en el flujo de salida normal del humor acuoso, y en consecuencia la PIO aumenta. Esta PIO elevada puede dañar la cabeza del nervio óptico localizada en la parte posterior del ojo y dificultar la comunicación entre el ojo y la parte del cerebro responsable de la visión. En otros casos, la PIO puede ser relativamente normal, pero el glaucoma ocurre de todos modos, por una incapacidad del ojo de soportar el stress mecánico en el sitio donde las fibras nerviosas abandonan el ojo, o por un pobre suministro de sangre a esas mismas fibras.
En el glaucoma, el nervio óptico se daña. Una porción del nervio óptico puede ser evaluado durante el examen ocular, donde puede verse como una estructura redonda (disco óptico) con un sector rosado o rojizo que representa el tejido neural que lleva la información visual hacia el cerebro. La parte central más blanquecina representa la ausencia de tejido neural y es llamada la “excavación”. Cierto grado de excavación es normal, pero la excavación excesiva o el aumento de la excavación a lo largo del tiempo es sugestivo de glaucoma. Hay varios vasos sanguíneos que emergen del nervio óptico hacia la retina.
El glaucoma causa pérdida del tejido neural rojizo y hay excavación progresiva del disco óptico (agrandamiento de la parte blanquecina central).
En la gran mayoría de los casos el glaucoma ocurre en individuos susceptibles. Esta forma de glaucoma se denomina “glaucoma primario”, no ocurre como resultado de ningún otro problema ocular.
El glaucoma también puede ser causado por trauma ocular previo, enfermedades sistémicas asociadas, uso de medicamentos, como consecuencia de cirugías oculares complicadas, y otros. En estas situaciones la enfermedad se llama “glaucoma secundario”.
Sin embargo, en todos los casos el glaucoma ocurre principalmente debido a una PIO lo suficientemente elevada como para producir daño al nervio óptico. El nivel crítico de PIO en el cual ocurre el daño al nervio óptico varía entre pacientes, y depende de un número de variables que determinan la susceptibilidad de cada individuo a la enfermedad.
En otros casos, la PIO puede ser relativamente normal, pero el glaucoma ocurre de todos modos, por una incapacidad del ojo de soportar el stress mecánico en el sitio donde las fibras nerviosas abandonan el ojo, o por un pobre suministro de sangre a esas mismas fibras.
Por lo tanto, el daño del glaucoma puede ocurrir dentro de niveles normales de PIO, niveles normales para la mayoría de los individuos, pero no para todos. En esta situación el glaucoma puede ser llamado “glaucoma de presión normal”.
Pero, como regla general, cuanto mayor sea la PIO, mayor será el riesgo para el desarrollo y la progresión del glaucoma.
La gran mayoría de los casos de glaucoma evoluciona silenciosamente, de manera tal los pacientes no notan la pérdida visual hasta que es significativa y está presente en ambos ojos, o asumen que la pérdida de visión es corregible, como sucede con otras condiciones como las cataratas. Cuando la enfermedad se encuentra en estadios avanzados, la mayoría de los pacientes perciben anormalidades visuales. El daño glaucomatoso al nervio óptico es irreversible, por lo tanto, lo que ya se ha perdido no puede ser recuperado.
Las etapas tempranas asintomáticas de la enfermedad y la naturaleza irreversible del glaucoma lo convierten en una de las principales causas de ceguera a nivel mundial. El glaucoma no tiene cura, sin embargo, puede ser tratado; y el empeoramiento del daño glaucomatoso puede ser limitado o aún detenido. Por lo tanto, la detección temprana asociada al tratamiento y seguimiento apropiados puede preservar su visión por el resto de su vida.
El ojo contiene un fluido conocido como humor acuoso, que provee nutrición a las estructuras oculares. Este fluido es producido por el cuerpo ciliar (ubicado por detrás del iris) y luego fluye entre el iris y el cristalino a través de la pupila hacia la parte anterior del iris donde es drenado hacia afuera por una estructura similar a un tamiz llamada malla trabecular o trabeculado, en el ángulo anterior (localizado donde se fusionan la córnea-esclera con el iris periférico).
Muchos, pero no todos, los casos de glaucoma ocurren debido a una PIO lo suficientemente elevada, causada por una dificultad en el sistema de drenaje del humor acuoso.
El glaucoma puede ser clasificado de acuerdo a diferentes aspectos. Principalmente:
De acuerdo a la edad del paciente:
De acuerdo a la causa:
De acuerdo al sitio de obstrucción del sistema de drenaje del ojo:
El glaucoma puede ocurrir en bebés debido al desarrollo anormal del sistema interno de drenaje del ojo. Sus signos y síntomas usualmente son diferentes a los del glaucoma del adulto. Los casos clásicos se presentan con agrandamiento de los ojos, con una apariencia turbia, blanquecina azulada de la córnea a medida que se vuelve edematosa debido a la PIO elevada. El bebé se presenta con intensa fotofobia (intolerancia a la luz), blefaroespasmo (esto es que mantiene los ojos cerrados cuando es expuesto a la luz solar), y lagrimeo excesivo (el que puede estar presente en otras anormalidades como obstrucción del conducto lacrimonasal).
El glaucoma congénito es una enfermedad que amenaza la visión, y la consulta con un especialista en glaucoma debe ser programada tan pronto como sea posible. Se requiere examen bajo anestesia para la apropiada evaluación de esta condición, y el tratamiento es primariamente quirúrgico. El diagnóstico temprano y el tratamiento apropiado son importantes para un buen pronóstico visual.
El seguimiento a largo plazo es necesario, cuando la PIO y el nervio óptico serán monitoreados, pero también se podrían necesitar anteojos y parcheado del ojo, para el desarrollo y el mantenimiento de una buena visión.
Normalmente, el glaucoma afecta a individuos después de los 40-50 años de edad, pero puede ocurrir a edades más jóvenes.
El glaucoma juvenil afecta a adolescentes o adultos jóvenes y sus signos y síntomas son muy parecidos a los del glaucoma del adulto. Sin embargo, el glaucoma juvenil debe ser considerado más amenazante para la visión ya que los niveles de PIO tienden a ser más altos y también, como el comienzo de la enfermedad es temprano en la vida, existe la necesidad de preservar el nervio óptico por un período de tiempo más largo.
Por lo tanto, aunque no es una enfermedad frecuente, todos los individuos que asisten a un chequeo oftalmológico deberían realizarse medición de la PIO y evaluación del nervio óptico.
Como en todas las formas de glaucoma, el daño de órgano final es la cabeza del nervio óptico. Una PIO lo suficientemente elevada dañará el nervio óptico, el cual es la estructura que conecta lo que ven los ojos con el cerebro.
El “ángulo” es la parte del ojo donde el iris se une con la córnea y la esclera. El sistema de drenaje del ojo, la malla trabecular o trabeculado, está localizado en esta región, la que consiste en múltiples capas de tejido conectivo colagenoso. Los haces trabeculares forman una estructura similar a una red que crea capas con espacios grandes y pequeños entre los haces.
El glaucoma de ángulo abierto, como lo sugiere su nombre, está caracterizado por un ángulo abierto. Nada obstruye el flujo de humor acuoso en su camino hacia el trabeculado, sin embargo, existen anormalidades dentro de los espacios del sistema de la malla trabecular que provocan una resistencia aumentada al flujo del fluido. La presión del fluido dentro del ojo (PIO) se eleva, y habitualmente sin síntomas daña al nervio óptico.
La PIO aumentada es el factor de riesgo más importante para glaucoma y, basado en estudios epidemiológicos, la presión normal del ojo varía entre 10 y 21 mmHg en poblaciones europeas. De cualquier manera, el nivel crítico de PIO en el cual el daño glaucomatoso ocurre, varía entre individuos. Esto depende de muchas variables anatómicas/fisiológicas que determinarán la susceptibilidad de cada paciente a la enfermedad.
Por ejemplo, puede ocurrir daño al nervio óptico dentro del rango “normal” de PIO, una condición a veces conocida como “glaucoma de presión normal” o “glaucoma de baja presión”. En la mayoría de los casos, las características individuales de los pacientes (es decir, la estructura de la cabeza del nervio óptico) determinan un aumento de la susceptibilidad al daño glaucomatoso, el que puede ocurrir dentro de valores de PIO normales que causarían daño en la mayoría de los individuos. Sin importar si la PIO es alta (es decir, por encima de 21 mmHg) o no, el daño futuro por glaucoma puede ser prevenido a través de tratamientos que disminuyan la PIO.
Por otra parte, los casos con PIO elevada (mayor de 21 o 23 mmHg) sin daño en el nervio óptico también pueden ocurrir, y esta condición es denominada “hipertensión ocular”. En estos casos características individuales determinan una susceptibilidad disminuida a la enfermedad.
Esta condición ocurre en ojos con PIO elevada, sin daño en el nervio óptico. Debido a características individuales que determinan una susceptibilidad disminuida a la enfermedad, estos ojos no desarrollan glaucoma. Esto puede ser parcialmente explicado en algunos casos por un espesor corneal central aumentado (córnea gruesa), lo cual puede llevar a mediciones imprecisas de la PIO por el tonómetro (sobreestimación de la PIO).
De cualquier manera, es importante recalcar que algunos ojos con PIO elevada pueden estar simplemente en el comienzo del proceso de la enfermedad, es decir que no ha habido tiempo suficiente para dañar al nervio óptico. Si este es el caso, con el tiempo, el glaucoma se desarrollará.
El oftalmólogo deberá discutir con el paciente las ventajas y desventajas de los diferentes abordajes para el manejo de esta condición en cada caso, incluyendo sólo observación o tratamiento.
En todos los casos de hipertensión ocular, el seguimiento continuo a largo plazo es altamente recomendado, y algunos estudios oculares serán necesarios para el monitoreo apropiado.
Sospecha de glaucoma es el término utilizado para aquellos individuos en los que el diagnóstico de glaucoma no puede ser confirmado, pero tampoco puede ser excluido en el momento de la consulta. En estos casos, un seguimiento a mediano o largo plazo asociado con una evaluación apropiada pueden ser necesario para revelar la presencia de la enfermedad.
Aunque esta puede ser considerada una situación preocupante, es importante enfatizar al paciente que debe permanecer tranquilo, ya que la incapacidad de establecer el diagnóstico usualmente ocurre en los casos de glaucoma temprano y no en los casos avanzados, en los cuales las alteraciones son más evidentes.
La incapacidad para confirmar el diagnóstico puede deberse a diferentes causas.
El aspecto normal de la cabeza del nervio óptico presenta una amplia variación en la población normal. Y en algunos casos, puede ser dificultoso diferenciar entre un disco óptico con daño glaucomatoso temprano y un disco óptico de aspecto inusual (pero sin enfermedad).
Todos los individuos diagnosticados como sospechosos de glaucoma o con una historia familiar positiva de glaucoma deberían realizar documentación apropiada de la apariencia del disco óptico y el estado de su función visual. Estos exámenes deberían ser repetidos periódicamente, para compararlos en el tiempo en busca de cambios a lo largo del seguimiento a mediano y largo plazo. Junto con otros estudios, determinar la presencia de deterioro de estas variables en el tiempo confirmarán (o no) la presencia de la enfermedad.
El oftalmólogo discutirá con el paciente las ventajas y desventajas de los diferentes abordajes para el manejo de esta condición. En todos los casos el seguimiento a largo plazo es altamente recomendado, y algunos estudios oculares serán necesarios para el monitoreo apropiado.
Como en todas las formas de glaucoma, el daño de órgano final es la cabeza del nervio óptico. Una PIO lo suficientemente elevada dañará el nervio óptico, el cual es la estructura que conecta lo que ven los ojos con el cerebro.
El “ángulo” es la parte del ojo donde el iris se une con la córnea y la esclera. El sistema de drenaje del ojo, la malla trabecular, está localizado en esta región. – Glaucoma de ángulo abierto
En el glaucoma primario de ángulo cerrado, la parte del ángulo donde se ubica el trabeculado está cerrada/obstruida por el iris periférico. Este cierre angular produce aumento de la PIO y daño al nervio óptico. El glaucoma de ángulo cerrado usualmente afecta ojos anatómicamente “pequeños”, en los cuales el confinamiento de las estructuras intraoculares a un espacio limitado, resulta en un segmento anterior abarrotado.
Típicamente afecta más a mujeres que a hombres, y aunque puede ocurrir en cualquier individuo, es más frecuente en ciertos grupos étnicos (por decir, chinos). La mayoría de los casos son asintomáticos, pero muestran algunos síntomas algo intensos. – Cierre angular agudo
El mecanismo más frecuente de cierre angular es llamado bloqueo pupilar, y ocurre debido al bloqueo relativo del flujo del fluido a nivel de la pupila, desde la parte posterior a la anterior del ojo, lo que hace que la presión en la cámara posterior aumente, produciendo un abombamiento anterior del iris y estrechamiento del ángulo.
La diferenciación entre ángulo abierto y ángulo cerrado es importante porque el abordaje del tratamiento es diferente, ya que podemos utilizar procedimientos adicionales para tratar el glaucoma por cierre angular cuando los comparamos con los casos de glaucoma de ángulo abierto.
Hay una forma de cierre angular que es sumamente agresiva y muestra síntomas intensos. En esta condición hay un aumento súbito de la presión, lo que lleva a dolor ocular severo (y alrededor del ojo), enrojecimiento y disminución en la visión. Esto es conocido como ataque agudo de cierre angular y representa una emergencia médica, la cual, si no es tratada a tiempo, puede causar daño del nervio óptico y pérdida de la visión.
Los síntomas del ataque agudo normalmente ocurren en un ojo, pero pueden estar presentes en ambos ojos al mismo tiempo. La duración de los síntomas es relativamente larga (horas), cuando dolor y disminución de la visión están usualmente asociados. La pupila habitualmente esta semi-dilatada, y el reflejo pupilar no responde a la luz.
Episodios aislados de dolor ocular o visión borrosa (minutos) que resuelven espontáneamente probablemente no sean un ataque de cierre angular agudo.
El tratamiento típicamente puede incluir medicamentos sistémicos y tópicos para disminuir la PIO, seguido de tratamiento laser con el objetivo de abrir el ángulo. En algunos casos, también se podrán usar procedimientos quirúrgicos para tratar esta condición. – Iridotomía periférica con laser
El “ángulo” es la parte del ojo donde el iris se une con la córnea y la esclera. El sistema de drenaje del ojo, la malla trabecular o trabeculado, está localizado en esta región.
El glaucoma de ángulo cerrado típicamente afecta ojos anatómicamente “pequeños”, en los cuales las estructuras intraoculares ocasionan el abarrotamiento del segmento anterior. En el glaucoma primario de ángulo cerrado, la obstrucción del ángulo por el iris periférico lleva a un aumento de PIO y daño al nervio óptico. – Glaucoma de ángulo cerrado
El contacto entre el iris y el trabeculado representa un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad. En estos casos, sin importar la existencia de valores normales de PIO y/o apariencia normal del disco óptico, el tratamiento debe ser indicado para prevenir la secuencia de eventos que pueden llevar al glaucoma de ángulo cerrado. El diagnóstico de ángulo ocluíble, sin otras anormalidades oculares, significa que le detección se ha realizado de manera temprana en el proceso de la enfermedad.
El mecanismo más frecuente de cierre angular es llamando bloqueo pupilar, y ocurre debido al bloqueo relativo del flujo de fluido a nivel de la pupila, desde la parte posterior a la parte anterior del ojo, lo que causa el abombamiento anterior del iris y el estrechamiento del ángulo. – Glaucoma de ángulo cerrado
La terapéutica habitual a ser considerada en el tratamiento del cierre angular es la iridotomía laser. Este procedimiento creará una nueva comunicación a través del iris entre las cámaras anterior y posterior, y apunta a solucionar el mecanismo de bloqueo pupilar, resolviendo el abombamiento anterior del iris y, en la mayoría de los casos, abriendo el ángulo. (Iridotomía periférica con laser) La cirugía de cataratas o la remoción del cristalino natural y su reemplazo por una lente artificial más delgada, también pueden ayudar a la apertura del ángulo.
Esta es una forma agresiva de glaucoma secundario de ángulo cerrado. Usualmente afecta a individuos con enfermedad retinal, principalmente oclusiones vasculares retinales o retinopatía diabética sin control. La anormalidad primaria está representada por la isquemia retinal, que libera factores angiogénicos. Estos factores crean nuevos vasos en la cámara anterior, usualmente en el borde pupilar y en la pared del ángulo. Estos nuevos vasos son anormales y frágiles y causan una serie de eventos que llevan al cierre angular secundario (obstrucción del sistema de drenaje).
La estrategia de tratamiento debería dirigirse a la anormalidad primaria (isquemia retinal) y también al control de la PIO. Esta relativamente compleja forma de glaucoma usualmente requiere los esfuerzos combinados de los especialistas en glaucoma y retina. Los pacientes diabéticos deberían tratar de mantener tan buen control de su enfermedad como sea posible.
Sí, el glaucoma puede estar causado por varios medicamentos administrados para otras enfermedades, tales como enfermedad de Parkinson, epilepsia, depresión, alergias, desórdenes prostáticos, etc. Éstos representan casos de glaucoma secundarios.
Particular atención se le debe dar a los corticoesteroides. El glaucoma inducido por esteroides es un tipo de glaucoma que se desarrolla con el uso de medicamentos conocidos como corticoesteroides. Se observa más frecuentemente con el uso de gotas oculares que contienen corticoides utilizadas para conjuntivitis alérgicas o uveítis, pero puede ocurrir con el uso de corticoides en inhaladores (utilizados por los pacientes que sufren de asma), esprays nasales, ungüentos dérmicos y cualquier medicación oral o intravenosa que contenga esteroides. Además, los corticoides no sólo pueden ocasionar glaucoma, sino que también pueden llevar a la pérdida del control de la PIO en pacientes bajo tratamiento para glaucoma.
Por lo tanto, los esteroides deben ser usados con cautela y los pacientes que están utilizando cualquier forma de terapia esteroidea deben consultar a su oftalmólogo (especialista en ojos) y medir su PIO regularmente.
Para observar, particularmente para el glaucoma de ángulo cerrado, hay una serie de medicaciones que pueden gatillar o contribuir al proceso de cierre angular. Las drogas usadas para la depresión, migraña, incontinencia urinaria, desórdenes gastrointestinales y otros problemas de salud pueden empeorar o causar un cierre angular. Por lo tanto, los pacientes que presentan esta forma de glaucoma o aquellos en quienes se sospecha, deben siempre mencionarlo a su médico, quien podrá ser capaz de evaluar cuáles medicaciones son seguras y cuáles no. También, los pacientes con cierre angular sin tratamiento o “ángulos ocluibles” deberían tener cautela al usar ciertas medicaciones, aún las de venta libre.
Cuando un ojo sufre una lesión puede haber un aumento agudo en la PIO debido al daño a las estructuras del ángulo, hipema (sangre en la cámara anterior), inflamación y otros mecanismos. Cuanto más severo el trauma, más grandes son las chances de desarrollar glaucoma y otras complicaciones oculares. Pero el aumento de la PIO también puede ocurrir más adelante en la vida debido al daño del trabeculado. Esta forma de glaucoma puede ocurrir aún luego de 10 a 20 años del traumatismo. Éstos también se consideran casos de glaucoma secundario.
Se recomienda que cualquier persona que haya padecido una lesión ocular, sea evaluada para glaucoma, y mantenga seguimiento regular con un oftalmólogo.
El glaucoma es diagnosticado al realizar los siguientes cuatro exámenes esenciales:El glaucoma es conocido como “el ladrón silencioso de la visión” y típicamente se asocia con pérdida de la visión progresiva e indolora que puede no producir ningún síntoma. Usualmente se afecta la visión periférica con relativa preservación de la visión central en etapas tempranas de la enfermedad, y cuando la enfermedad llega a etapas avanzadas, la visión central se afecta más severamente. Los pacientes con glaucoma pueden notar que ya no ven los objetos hacia sus lados (debido a pérdida del campo visual periférico), pero mayormente los pacientes no son capaces de detectar ningún síntoma hasta estadios muy avanzados. A veces, los pacientes pueden notar o describir que su visión se ha vuelto brumosa. – ¿Cómo evoluciona el glaucoma?
El glaucoma de ángulo cerrado puede estar asociado a enrojecimiento, dolor ocular, cefalea, visión borrosa y halos de colores alrededor de las luces, un ataque de cierre angular agudo que se presenta con niveles de PIO bastante altos (por encima de 40 mmHg). De cualquier manera, la mayoría de los casos de cierre angular evolucionan de manera asintomática, a medida que la obstrucción del drenaje y el aumento de la PIO ocurren de manera lentamente progresiva. – Glaucoma primario de ángulo cerrado
Algunos síntomas visuales no específicos pueden también estar asociados con glaucoma, como visión nublada/brumosa, encandilamiento o necesidad de mayor iluminación para leer.
Aunque la presión normal se encuentra entre 10-21 mmHg, si su presión es mayor a 21 mmHg usted puede no tener glaucoma. Una persona es diagnosticada con glaucoma sólo si su nervio óptico está dañado. Adicionalmente si su córnea es gruesa, su presión ocular puede ser sobreestimada por el instrumento de medición. Si usted tiene aumentada su presión ocular, pero sin daño en el nervio óptico, usted no tiene glaucoma, aunque tiene mayor riesgo de desarrollarlo y debería discutir el manejo con su oftalmólogo.
Esta condición se conoce como hipertensión ocular.
El glaucoma es diagnosticado al realizar los siguientes cuatro exámenes esenciales:
Adicionalmente a estos exámenes básicos, se pueden realizar exámenes complementarios que incluyen:
Un tonómetro es un instrumento que mide la PIO. Esto puede ser realizado por un método de contacto o de no-contacto. El método de contacto más comúnmente utilizado es conocido como tonometría de aplanación de Goldmann, el cual constituye el método estándar de referencia para medir la PIO. Otras máquinas que pueden ser utilizadas para registrar la PIO incluyen: pneumotonómetro, Tono-Pen, tonómetro de rebote, tonómetro de Perkins y tonómetro de Schiotz.
Este es un procedimiento indoloro, y usted puede ayudar a su doctor a obtener un resultado más preciso manteniendo su frente y mentón estables en la lámpara de hendidura, los ojos ampliamente abiertos, tratando de no parpadear y manteniendo su mirada derecho hacia adelante.
Esto es usualmente realizado en cada consulta, y puede ser llevado a cabo en varias ocasiones a lo largo de un día, ya que la PIO es un parámetro bastante dinámico, y varía durante las diferentes horas del día y a lo largo de los diferentes días.
Este es un procedimiento indoloro, y usted puede ayudar a su doctor a obtener un resultado más preciso manteniendo su frente y mentón estables en la lámpara de hendidura, los ojos ampliamente abiertos, tratando de habituarse a que la lente esté en contacto con su córnea, tratando de no parpadear y manteniendo su mirada derecho hacia adelante.
La gonioscopía es el examen estándar de referencia para evaluar el ángulo, el lugar donde se localiza el sistema de drenaje del ojo. Este examen requiere que el paciente se ubique en la lámpara de hendidura (una máquina simple con un sistema de iluminación y uno de visualización).
Una luz brillante será utilizada para evaluar la apariencia de la cabeza de su nervio óptico, y evaluar la presencia de daño glaucomatoso estructural. Es un procedimiento rápido e indoloro.
El nervio óptico es examinado en la lámpara de hendidura utilizando lentes especiales. Habitualmente SIN contacto con el ojo. El nervio óptico o disco óptico también puede ser evaluado utilizando un instrumento conocido como Oftalmoscopio Directo. El examinador mira dentro del ojo acercándose al paciente con un dispositivo portátil.
Una fotografía del nervio óptico también puede ser tomada para obtener un registro y evaluar si existen cambios a lo largo del tiempo. La pupila podrá ser dilatada para este examen.
La perimetría automática es el examen estándar de referencia para evaluar la función visual.
Básicamente, usted deberá presionar un botón cada vez que vea un estímulo luminoso que es presentado en varias ubicaciones de su campo visual: algunos en la región central, algunos en la periferia. Los estímulos serán presentados con diferentes intensidades, desde muy brillantes hasta muy tenues. Es importante que usted mantenga sus ojos quietos, fijos en un objetivo central durante todo el examen, y sólo aprete el botón cuando observe los estímulos.
Es un procedimiento indoloro, pero le llevará varios minutos, y puede ser considerado un procedimiento engorroso y/o aburrido. Igualmente, es muy importante que usted mantenga su atención durante todo el examen y realice este test de la mejor manera posible, ya que la información obtenida es esencial para la toma de decisiones en el manejo clínico. Por lo tanto, manténgase tranquilo y concentrado, ya que este no es un examen que deber ser aprobado o reprobado, simplemente sirve verificar cómo se encuentra su visión para asegurarle un tratamiento apropiado.
El glaucoma está asociado a una pérdida característica del campo visual, la que debe ser monitoreada al menos una o dos veces al año para establecer si hay progresión de la enfermedad. Al ser un examen subjetivo, los resultados del campo visual varían/fluctúan, y la repetición del campo visual puede ser considerada un procedimiento usual para confirmar la progresión del glaucoma.
Si a usted le han diagnosticado glaucoma, requerirá seguimiento cada 3-12 meses, dependiendo de la severidad de su enfermedad, los niveles de PIO bajo tratamiento y otros factores de riesgo. Cuanto más severa sea la enfermedad, más frecuente será el seguimiento. Por el otro lado, una vez que la enfermedad se encuentre bien controlada y no haya signos de progresión, el seguimiento a intervalos más prolongados será suficiente.
La cuestión de fondo es que los intervalos recomendados entre consultas pueden variar, y debería ser determinado por su oftalmólogo. Advierta que los pacientes con glaucoma necesitarán visitas de seguimiento durante toda su vida.
Luego del diagnóstico inicial, usted deberá repetir el examen de campo visual hasta obtener una buena línea de base y luego será repetido frecuentemente en caso de que la enfermedad avance o si su presión no está bajo un control adecuado.
Luego del diagnóstico inicial, todas las personas con glaucoma deberían realizar una documentación apropiada de la apariencia de su disco óptico y del estado de su función visual. El examen de campo visual muchas veces necesita ser repetido para obtener una línea de base buena y consistente. Estos exámenes deberían luego ser repetidos periódicamente, con el objetivo de compararlos para evaluar la presencia de cambios a lo largo del seguimiento a mediano y largo plazo.
El objetivo del tratamiento del glaucoma es controlar la presión intraocular y detener la progresión de la enfermedad. Es importante entender que el glaucoma no puede ser curado y cualquier daño en el nervio óptico que haya ocurrido no puede ser revertido. De cualquier manera, es posible mantener la visión actual, central y periférica, de manera tal que el paciente no desarrolle daño visual adicional.
Varias modalidades de tratamiento están disponibles al día de hoy. Éstas incluyen:
Las gotas son habitualmente prescriptas como primera línea de tratamiento para la mayoría de los tipos de glaucoma. Es esencial entender que el glaucoma no tiene cura, de manera tal que las gotas deber ser utilizadas con regularidad, diariamente, por el resto de su vida. Uno de los factores más importantes de utilizar gotas para glaucoma es la regularidad a lo largo del tiempo. El fracaso consistente o repetitivo en el cumplimiento del tratamiento con gotas puede resultar en un pobre control del glaucoma y pérdida visual.
Como sugerencia, usted puede planificar un cronograma para utilizar sus gotas incorporándolas a su rutina diaria, como ser: cuando se despierta, cepilla sus dientes, toma sus comidas o cuando se acuesta por las noches. También puede programar recordatorios en su teléfono móvil. Como sugerencia, luego de tomar una dosis, puede marcarlo en un calendario, de manera tal que recuerde que usted ya ha tomado su medicación.
Intente colocar sólo una gota por vez, pero si no está seguro de que la gota ha entrado el ojo, puede colocar una gota adicional en ese momento. Para optimizar el uso de gotas oculares, por favor consulte: – ¿Cuál es la forma correcta de instilar las gotas oculares?
Es recomendable mantener una provisión de medicamentos en su hogar, y no olvidar llevar sus goteros con usted si viaja. Antes de visitar a su oftalmólogo para un control, siempre use sus gotas de manera habitual.
Las gotas oculares son medicinas, y pueden estar contraindicadas en presencia de algunas enfermedades sistémicas u oculares. Por favor recuerde informar a su doctor si usted sufre de alguna otra enfermedad como ser: asma, arritmia, bradicardia, diabetes, hipertensión arterial, enfermedad tiroidea, angina de pecho, artritis, depresión, etc.; o está utilizando medicamentos por vía oral o inhaladores por alguna otra condición. El oftalmólogo es capaz de elegir la mejor estrategia de tratamiento para cada caso individual.
Uno de los factores más importantes al usar gotas oculares para glaucoma es la regularidad a lo largo de un período de tiempo prolongado. El olvido de colocar sus gotas puede ocurrir de vez en cuando, pero el fracaso consistente o repetitivo para cumplir con el tratamiento de gotas oculares puede resultar en un pobre control del glaucoma y pérdida visual.
Si usted se olvida de colocar una dosis de sus gotas oculares, lo mejor es instilar la gota tan pronto como lo recuerde. Si la próxima dosis es dentro de un corto tiempo, espere al horario habitual de uso.
Existe un número de medicinas disponibles para disminuir la PIO en los pacientes con glaucoma. Dado que el tratamiento es para toda la vida, es importante seleccionar gotas que no interfieran con la calidad de vida del paciente.
Las gotas oculares frecuentemente usadas y sus respectivos efectos adversos son:
Latanoprost, Travoprost, Bimatoprost, Tafluprost
Dosis: se usa una gota una vez al día, por la noche. Advierta que puede usarlas durante el día a discreción del médico.
Efectos adversos: puede causar enrojecimiento del ojo (el que puede resolverse o disminuir en unas pocas semanas), oscurecimiento del color del iris (en los iris de colores claros o mixtos) y de la piel alrededor de los ojos, y puede ocasionar reducción de la grasa alrededor del ojo llevando a hundimiento del globo ocular dentro de la órbita. Puede producir que las pestañas se alarguen y se oscurezcan.
Timolol, Betaxolol, Levobunolol
Dosis: una gota dos veces al día (por ejemplo 7 hs AM – 19 hs PM). Algunas preparaciones de liberación sostenida están disponibles y pueden ser usadas en una única dosis matutina.
Efectos adversos: puede empeorar ciertas enfermedades pulmonares (como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica), puede disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, causar mareos e insomnio y raramente depresión, impotencia y libido disminuida. Puede inhibir los síntomas de la hipoglucemia en pacientes diabéticos y alterar el perfil lipídico.
Brimonidina
Dosis: para ser usada tres veces al día cuando se usa sola y dos veces al día cuando es usada en combinación con otras gotas para el glaucoma.
Efectos adversos: puede producir reacciones alérgicas y picazón en los ojos, y puede causar somnolencia y disminución de la presión arterial. Debe ser evitada en niños menores de 6 años ya que puede ocasionar somnolencia excesiva y depresión respiratoria (dificultad para respirar).
Brinzolamida, Dorzolamida
Dosis: para ser usada tres veces al día cuando se usa sola y dos veces al día cuando es usada en combinación con otras gotas par el glaucoma.
Efectos adversos: puede ocasionar sensación de quemazón en los ojos con sabor desagradable en la boca. Si la PIO es muy alta, una medicación por vía oral (Acetazolamida) también puede ser administrada por un corto período de tiempo para controlar la PIO, hasta el momento de realizar el procedimiento laser o la cirugía.
El uso de acetazolamida oral está asociado con hormigueo, entumecimiento, alteraciones del gusto, indigestión, náuseas, vómitos, erupciones cutáneas. Debe ingerir alimentos ricos en potasio (jugo de naranjas, banana, agua de coco) para reducir los efectos adversos. En algunos casos, se pueden prescribir comprimidos de potasio. No deben ser utilizados en pacientes con anemia de células falciformes (especialmente la medicación por vía oral). Debido a que los pacientes con alergia a las sulfas pueden tener alergia a los inhibidores de la anhidrasa carbónica, usted debería mencionar esto a su oftalmólogo.
La pilocarpina representa esta clase de drogas. Su mecanismo de acción es el aumento del flujo de salida del humor acuoso. Fue una droga muy popular en el pasado, pero ha sido reemplazada en el presente por compuestos nuevos debido a su perfil de efectos adversos. Todavía es utilizada en algunas situaciones clínicas como el glaucoma de ángulo cerrado o previo al tratamiento con laser.
Sus posibles efectos adversos incluyen: dolor ocular, cefalea, pupila pequeña (miosis), visión borrosa y disminución de la visión en situaciones de poca iluminación.
Los efectos adversos sistémicos son raros e incluyen salivación y sudoración excesivas.
Hay productos que combinan dos drogas en una misma botella. Éstos son muy útiles para los pacientes que necesitan dos drogas para controlar la enfermedad. Las combinaciones existentes incluyen:
Las combinaciones fijas son muy populares ya que muchos pacientes con glaucoma necesitan al menos dos drogas para controlar la enfermedad.
Inhibidores de la anhidrasa carbónica
Acetazolamida
Dosis: para ser usada hasta 4 comprimidos al día.
Efectos adversos: el uso de acetazolamida oral está asociado con hormigueo, entumecimiento, alteraciones del gusto, indigestión, náuseas, vómitos, erupciones cutáneas. Debe ingerir alimentos ricos en potasio (jugo de naranjas, banana, agua de coco) para reducir los efectos adversos. En algunos casos, se pueden prescribir comprimidos de potasio.
Contraindicaciones: no debe ser usado en pacientes con enfermedad de células falciformes. No usar o usar con cautela en pacientes con función renal disminuida o historia de litiasis renal (cálculos renales) o litiasis biliar (cálculos o piedras en la vesícula biliar). Debido a que los pacientes con alergia a las sulfas pueden tener alergia a los inhibidores de la anhidrasa carbónica, usted debería mencionar esto a su oftalmólogo.
Agentes hiperosmóticos
Manitol
Dosis: usualmente se utiliza una única vez, para el ataque agudo de cierre angular y otras condiciones específicas en el ámbito hospitalario.
Efectos adversos: el uso de manitol intravenoso puede movilizar agua desde los tejidos hacia el interior de los vasos sanguíneos y puede causar varios efectos adversos sistémicos, como deshidratación, cefalea, náuseas, diarrea, vómitos, boca seca, sed, visión borrosa, rinorrea, dolor en los brazos, escalofríos, mareos, disminución de la presión arterial (hipotensión), urticaria, ritmo cardíaco irregular, desbalance electrolítico, etc.
Contraindicaciones: no debe ser usado en pacientes con función renal disminuida, con función cardíaca disminuida (insuficiencia cardíaca congestiva) y otras condiciones sistémicas específicas.
Glicerol: También puede ser utilizado para el cierre angular agudo. El glicerol es una solución que se administra por vía oral y, como el manitol, puede causar varios efectos adversos sistémicos. Esta mediación en particular no debería ser usada en pacientes con diabetes.
El laser es el tratamiento de elección para el glaucoma de ángulo cerrado y otros tipos de laser también pueden ser realizados para el glaucoma de ángulo abierto. El laser puede ser realizado como un procedimiento ambulatorio en unos pocos minutos y puede ser utilizado para reducir la PIO.
Los siguientes tipos de procedimientos laser son generalmente utilizados en glaucoma:
Este procedimiento es habitualmente recomendado en ojos con cierre angular en los que un bloqueo pupilar relativo evita el flujo de fluido desde la cámara posterior hacia la cámara anterior. – Glaucoma primario de ángulo cerrado
Para esto, un pequeño orificio es realizado en el iris con un dispositivo laser para que el fluido drene desde la cámara posterior hacia la cámara anterior del ojo, sorteando el bloqueo pupilar. Este procedimiento es realizado en ojos con ángulos estrechos para prevenir el cierre angular agudo y también como tratamiento si el paciente está teniendo un ataque agudo.
Este procedimiento utiliza laser para alcanzar como blanco la malla trabecular y su objetivo es reformar los poros/espacios en el trabeculado y aumentar el flujo de humor acuoso (fluido), disminuyendo así la PIO. Esto es realizado en ojos con glaucoma de ángulo abierto.
Es importante advertir que este procedimiento no siempre es efectivo, y puede funcionar por un período limitado de tiempo (algunos años). Cuando es efectivo, se espera que produzca una diminución de la PIO leve a moderada.
Existen diferentes tipos de laser para realizar la trabeculoplastia, incluyendo “trabeculoplastia selectiva o con laser de argón”.
Luego del laser, el paciente debería mantener un seguimiento regular, pudiendo aún necesitar gotas oculares o cirugía.
Este procedimiento laser tiene como objetivo disminuir la producción de humor acuoso, al tratar una parte del epitelio del cuerpo ciliar (una estructura localizada detrás del iris que es responsable de la producción de humor acuoso).
En la mayoría de los casos este procedimiento se reserva para los ojos con glaucoma en estadio terminal, que tienen la PIO elevada a pesar de recibir tratamiento médico convencional o múltiples tratamientos quirúrgicos. También es realizado en ojos ciegos dolorosos. Esta indicación tan restringida es debido a la posibilidad de que se produzca hipotonía (baja presión ocular) y atrofia del globo ocular.
Se encuentran en evaluación nuevas modalidades de esta técnica, que puedan ser realizadas en ojos con estadios de glaucoma menos severos, particularmente aquellos abordajes que utilizan técnicas endoscópicas (endociclofotocoagulación) o nuevos dispositivos laser (micropulso).
El fracaso de la medicación y de la cirugía laser para controlar la PIO y, en consecuencia, la neuropatía óptica glaucomatosa, es una indicación de cirugía. La cirugía también puede ser realizada si el paciente presenta alergia a la medicación, si no puede cumplir el tratamiento o si la enfermedad continúa progresando a pesar del tratamiento. La enfermedad avanzada y otras condiciones también son indicaciones de cirugía y el oftalmólogo debe discutir con el paciente cuáles son las mejores posibles opciones de tratamiento.
En la cirugía tradicional de glaucoma, un pequeño orificio resguardado (fístula) es realizado para drenar el fluido desde el interior del ojo y, en consecuencia, disminuir la PIO. Ésta es la cirugía de glaucoma más frecuentemente realizada y se conoce como trabeculectomía.
En esta técnica, se realiza un pequeño orificio en la pared de globo ocular a nivel de la unión de la córnea con la esclera para permitir el pasaje de humor acuoso a través una nueva vía de drenaje alternativa. El humor acuoso es dirigido a través de un pequeño orificio a un reservorio en el espacio subconjuntival/subtenoniano que se denomina ampolla de filtración. Las suturas tienen como objetivo controlar la cantidad de flujo y, desde la ampolla, el humor acuoso es luego absorbido a través de los capilares hacia la circulación sanguínea. La cirugía habitualmente se realiza debajo del párpado superior.
Luego de la cirugía, una pequeña burbuja blanquecina o cicatriz puede ser vista en la parte superior del ojo y es llamada “ampolla”. En la mayoría de los casos, la ampolla permanece cubierta por el párpado superior y no puede ser vista a menos que se retraiga el párpado.
La trabeculectomía puede llevar a varias complicaciones, algunas de ellas pueden ser severas, como pérdida de visión, cataratas, infección, ptosis leve (párpados caídos), incomodidad, etc.
La naturaleza reparadora del organismo humano tratará de cerrar el orificio de la trabeculectomía o fístula. El oftalmólogo trabajará para moderar el proceso cicatrizal y mantener el drenaje a través de la fístula tanto tiempo como sea posible. El período postoperatorio es por lejos, el de mayor importancia para minimizar las complicaciones y el fracaso del procedimiento, y el paciente necesita estar en seguimiento constante con su cirujano, al menos en el período postoperatorio temprano.
Sin embargo, esta cirugía puede ser confortable o asintomática para el paciente, y efectiva en reducir la PIO por un largo tiempo. El éxito depende de varios factores, incluyendo la edad del paciente, el tipo de glaucoma, el tiempo de uso de medicación tópica, la realización de procedimientos quirúrgicos previos, etc. Su oftalmólogo discutirá con usted sus probabilidades de éxito.
Si en cualquier momento luego de la cirugía, el paciente notara aumento del enrojecimiento, dolor, sensibilidad a la luz y pérdida de la visión, deberá reportarlo inmediatamente al médico oftalmólogo ya que puede tratarse de una infección en el ojo. Aunque no es frecuente, cualquier infección dentro del ojo (endoftalmitis) puede llevar a la pérdida irreversible de la visión si no es tratada de forma urgente. El uso de antibióticos debería comenzar tan pronto como sea posible, y otros tratamientos (inyecciones de medicamentos, cirugía) pueden ser requeridos para infecciones más avanzadas. La conjuntivitis bacteriana está caracterizada por la presencia de secreciones amarillo-verdosas, particularmente al despertarse. En los ojos que fueron operados de trabeculectomía, aunque infrecuente, la infección se puede diseminar hacia el interior de la ampolla y al interior del ojo. El rápido tratamiento de la conjuntivitis con antibióticos tópicos es importante para prevenir esta complicación potencialmente seria.
Otros tipos de cirugía incluyen la cirugía de implantes de drenaje. Estos implantes consisten de un tubo de silicona, que está conectado a un plato de drenaje. El tubo se inserta en la cámara anterior y el plato de drenaje se sutura a la esclera. El fluido intraocular es recogido en el plato, por debajo de la conjuntiva, y luego es absorbido por los tejidos circundantes.
Algunas de las posibles complicaciones incluyen descompensación corneal y erosión del tubo a través de la conjuntiva. Si ocurriera esta última situación, los pacientes deberán consultar al médico tan pronto como sea posible.
Muchas técnicas microquirúrgicas nuevas para el glaucoma, usualmente denominadas MIGS (Cirugía de Glaucoma Mínimamente Invasiva) están disponibles en muchas partes del mundo y pueden ser de utilidad algunos pacientes en particular, dependiendo del tipo de enfermedad y de su severidad. Algunas de estas nuevas técnicas incluyen dispositivos como: iStent, CyPass, Hydrus, Xen, etc. Estos dispositivos aún están bajo evaluación crítica y los resultados a largo plazo todavía no se encuentran disponibles.
Recientemente, en 2018, uno de estos nuevos dispositivos (CyPass) fue voluntariamente retirado del mercado por su fabricante, ya que el estudio post-aprobación mostró que los pacientes que tenían este dispositivo implantado en su ojo, estaban en riesgo de perder células corneales. Se deberá realizar investigación adicional para determinar su perfil de seguridad, y si el dispositivo retornará al mercado en un futuro.
Este episodio muestra un ejemplo de cómo las agencias regulatorias, los fabricantes, los médicos y los pacientes alrededor del mundo deben estar continuamente atentos a los riesgos y beneficios de los diferentes procedimientos terapéuticos, particularmente los que son nuevos.
Las cataratas son opacidades en el cristalino o en su cápsula que ocurren normalmente con la edad, y eventualmente, pueden llevar a deterioro visual. El glaucoma y las cataratas pueden ambos coexistir en el mismo ojo. Las cataratas que deterioran la visión son tratadas con cirugía, durante la que se remueve el cristalino opaco y se lo reemplaza con una lente artificial. Si no hay ninguna otra anormalidad, la visión se recupera completamente luego de la cirugía.
Los pacientes con glaucoma deberían someterse a una evaluación exhaustiva individualizada para determinar la mejor estrategia quirúrgica. El glaucoma avanzado o la PIO pobremente controlada con tratamiento quirúrgico o médico deberían evaluarse para cirugía combinada de glaucoma y catarata.
Debe tenerse en cuenta que el glaucoma puede ocurrir secundario a anormalidades del cristalino, como la dislocación o subluxación del cristalino de su posición normal (glaucoma facotópico); cuando el cristalino se vuelve opaco y se hincha (glaucoma facomórfico); cuando las cataratas se han vuelto maduras pueden producirse micro fisuras en la cápsula del cristalino y esto puede inducir inflamación o depósito de las proteínas del cristalino en el trabeculado (glaucoma facolítico y glaucoma inducido por partículas del cristalino).
La presencia de un cristalino grande en un ojo pequeño abarrotado, o un cristalino localizado más anteriormente pueden representar mecanismos relevantes para el cierre angular.
No. Desafortunadamente los medicamentos para glaucoma, el tratamiento con laser o la cirugía no pueden mejorar su visión, pero pueden prevenirlo de una pérdida visual a futuro.
Ésta es un área de investigación experimental y este tratamiento no es posible ni está disponible para los pacientes con glaucoma hasta la fecha. Sin embargo, en este momento existen varios grupos de investigación trabajando en este tema, y la efectividad del trasplante de células madre podrá estar disponible en unos pocos años.
Los pacientes con glaucoma habitualmente consultan sobre la posibilidad de realizarse una cirugía refractiva, tal como LASIK o PRK entre otras.
Aunque no hay un consenso que especifique quién debería y quién no debería someterse a una cirugía refractiva, muchos doctores están de acuerdo en que los pacientes con glaucoma severo deberían evitar este tipo de procedimientos. Aparte, la cirugía refractiva puede hacer que sus mediciones de presión intraocular sean más difíciles de interpretar.
Para aquellos que no tienen un diagnóstico de glaucoma, recomendamos visitar a un especialista en glaucoma antes del procedimiento si usted tiene historia familiar positiva para glaucoma (especialmente casos de ceguera en la familia), si usted es considerado un “sospechoso de glaucoma” o si tiene una combinación de factores de riesgo para la enfermedad. – ¿Cuáles son los exámenes que se realizan para detectar glaucoma?
Los pacientes con glaucoma que tienen defectos en el campo visual tienen riesgo aumentado de sufrir accidentes automovilísticos. Aunque la visión central se encuentra comúnmente respetada hasta las etapas tardías de la enfermedad, el glaucoma puede afectar la visión periférica en etapas tempranas o moderadas. Los pacientes con glaucoma habitualmente se quejan de encandilamiento, mala visión nocturna y sensibilidad al contraste disminuida. También, la visión puede ocasionalmente volverse muy deficiente al pasar de la luz a la oscuridad (por ejemplo, cuando se entra en un túnel).
Se recomienda a los pacientes con glaucoma con pérdida del campo visual moderada-avanzada que eviten o abandonen la conducción de vehículos, particularmente en situaciones más difíciles como ser durante la noche o bajo condiciones de niebla. El transporte público debería ser usado tan frecuentemente como sea posible. Usted debe consultar a su doctor para discutir este tema y conocer las regulaciones de su autoridad local respecto a la conducción.
Es importante entender que cualquier gota ocular que usada para glaucoma por la madre puede ser absorbida hacia la circulación sanguínea y puede afectar al feto. Asimismo, algunas medicaciones son secretadas en la leche materna por las madres que amamantan. Hay riesgo para el feto con todas las medicaciones para glaucoma, especialmente durante el primer trimestre del embarazo. Si usted tiene glaucoma y está planeando empezar una familia, por favor consulte a su oftalmólogo y a su médico para discutir este asunto.
Los pacientes con pérdida progresiva de la visión debido a glaucoma están bajo un estrés psicológico muy grande, y satisfacer las necesidades del paciente puede ser un desafío tanto para el médico como para los miembros de su familia. La familia puede ayudar de muchas maneras:
Luego de una evaluación apropiada por un profesional del cuidado visual, especialmente calificado para proveer servicios de baja visión, los siguientes objetivos pueden ser recomendados para el paciente:
Es importante que usted sea regularmente examinado para glaucoma. Si le han diagnosticado glaucoma, actualmente existen opciones de tratamiento efectivas disponibles, y el tratamiento y el seguimiento regulares pueden ayudarlo a que usted preserve su visión por su tiempo de vida, evitando quedarse ciego innecesariamente.
Usted puede vivir felizmente con glaucoma y disfrutar una excelente calidad de vida, particularmente si la enfermedad ha sido detectada de manera temprana y tratada a tiempo. Siempre recuerde que una vez que usted tiene glaucoma, deberá estar bajo el cuidado de un oftalmólogo por el resto de su vida.
Existe mucha investigación en desarrollo y nuevos tratamientos que pueden estar disponibles para el glaucoma en un futuro cercano.
Es importante que usted sea regularmente examinado para glaucoma. Si le han diagnosticado glaucoma, actualmente existen opciones de tratamiento efectivas disponibles, y el tratamiento y el seguimiento regulares pueden ayudarlo a que usted preserve su visión por su tiempo de vida, evitando quedarse ciego innecesariamente.
Usted puede vivir felizmente con glaucoma y disfrutar una excelente calidad de vida, particularmente si la enfermedad ha sido detectada de manera temprana y tratada a tiempo. Siempre recuerde que una vez que usted tiene glaucoma, deberá estar bajo el cuidado de un oftalmólogo por el resto de su vida.
Existe mucha investigación en desarrollo y nuevos tratamientos que pueden estar disponibles para el glaucoma en un futuro cercano.
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